viernes, abril 21, 2006

Pete Doherty: El nuevo niño terrible del rock inglés

Sus excesos y su relación con Kate Moss tienen al borde de la cárcel a una de las mayores promesas musicales de la isla.


CLAUDIO VERGARA



Ni Alan McGee, el productor que domesticó a los hermanos Gallagher, pudo manejar a The Libertines, la ex banda de Pete Doherty. "Es lo más extremo que conozco. No es rock and roll. Es enfermedad mental", lanzó el mánager en 2003, timbrando una nueva era en el rock inglés: había nacido una cría más salvaje que los Gallagher.

Un chico de 26 años con cara de ángel, hábitos demoníacos, look fashion y mirada punk. Un póster caminante, con el suficiente prontuario como para convertirse en la nueva estrella al borde del mito y la muerte. Incluso, las autoridades prohibieron una web en donde se incitaba a matar a Doherty para apurar su ruta a la inmortalidad.

La fascinación era tal que el dueño del sello Rough Trade, Geoff Travis, dijo que The Libertines eran la nueva maravilla del rock inglés. Lo tenían todo. Pero Doherty, hijo de un oficial del ejército y ganador de un concurso nacional de poesía a los 15 años, usó las alabanzas para ir a la TV y conquistar en cámara a sus animadoras, y para lanzar el primer single de la banda ("What a waster") frente al palacio de Buckingham, justo el día en que la reina Isabel II festejaba 50 años de coronación. La jornada la cerró cuando, en la disquería más grande de Londres, robó las copias de su propio tema.

Un autoboicot que definiría sus giras: en 2003 y tras una discusión con el otro cerebro de The Libertines, Carl Barat, se escapó de un tour por Japón. A escondidas, se metió en la pieza de su compañero, le robó un computador, una guitarra y 200 libras. Terminó en la cárcel, pidiendo perdón y denunciado por Lisa Moorish, ex novia y madre de su único hijo. Como sanación, se encerró en un monasterio en Tailandia... duró tres días, arrancó a un hotel y su conclusión fue que "la heroína en Tailandia es una ganga". El músico ya tenía una biografía y mitos que retrataban un pasado como vagabundo viviendo en una guitarra gigante de utilería o que la idea original de The Libertines era matar a la Reina. 2004 marcó el fin de la banda, la formación de su nuevo grupo, The Babyshambles, y el inicio de otra adicción: su amor por Kate Moss. Se conocieron en el cumpleaños 31 de la modelo y, aunque se dice que Doherty filtró las fotos que mostraron a Moss inhalando cocaína, prometieron matrimonio a fin de año. Morrissey dice que Moss es la culpable de los males de Doherty. Y el músico tiene otro lío que solucionar: en marzo fue declarado culpable de siete delitos por posesión de drogas. El miércoles 12 no se presentó ante la corte y en mayo se dicta sentencia. Podría volver a la cárcel.

SUS DOS BANDAS

THE LIBERTINES

El cuarteto que Doherty lideró junto a Carl Barat no inventó nada nuevo. Pero sí arrojó energía, suciedad callejera y poesía bohemia a un rock británico adormecido en Coldplay. Su música condensó las dos mayores obsesiones de Doherty: The Smiths y The Clash. Ambos líderes establecieron un juego homoerótico y era común que se besaran en escena. Producido por el ex The Clash Mick Jones, su debut ("Up the bracket", de 2002) fue definido como "música para gente pobre bien vestida". Su segundo y último álbum, "The Libertines" (2004), fue calificado como el suceso musical de ese año por la revista NME. Ambos discos se pueden encontrar en Chile.

THE BABYSHAMBLES

Su otra cría musical. Si The Libertines fue un manifiesto de rabia y desencanto, en The Babyshambles se escucha a un Doherty herido, frágil, desnudo y casi reclamando la intimidad que nunca tuvo en sus años anteriores. La obra se llama "Down in albion" (2005) y también fue producida por Jones, quien conduce a su pupilo desde el pop al ska. La prensa ha elogiado el nuevo trabajo, pero recalca que no tiene la excelencia de su banda anterior. La promoción del disco también fue atípica: con entrevistas en su departamento, el músico registraba a los periodistas y de vez en cuando se asomaba por la ventana aclarando que se sentía perseguido. Ahora girarían por los festivales europeos.

"Odio la farándula, hace sufrir a mi madre. No dejo de repetirle que en lugar de enojarse con The Sun, deje de leerlo".

PETE DOHERTY
y su presente.


link : http://diario.elmercurio.com/2006/04/17/espectaculos/musica/noticias/0DB419D2-3240-403D-9947-7F3A760BA5C2.htm


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