jueves, mayo 11, 2006

El primer gran éxito del rock

No fue la primera canción de rock. Tampoco el debut discográfico de Bill Haley. Pero sí el primer gran éxito de la época en la que se dio nombre a un estilo que ya existía con la denominación de «rhythm and blues», pero que sólo escuchaba y tocaba gente de raza negra.


A pesar de los fastos que periódicamente se montan sobre su nacimiento, cualquier estudioso mínimamente serio señala la imposibilidad de establecer cuándo empezó el rock. El prestigioso e imprescindible erudito musical británico Charlie Gillet señala en su biblia musical El sonido de la ciudad (ediciones Robinbook Ma Non Troppo) que el término «rock» se había usado a finales de los años cuarenta «en blues cantados para describir el acto sexual mucho antes de que designase un ritmo bailable». En 1951 Gunter Lee Carr grabó una canción netamente bailable, We’re Gonna Rock, que omitía la implicación sexual. Un año después, Alan Freed, el pinchadiscos norteamericano que se hizo famoso con el nuevo estilo sonoro, tituló su programa de radio Moondog’s Rock and Roll Party.

Sin embargo, el rock no tuvo impacto comercial apreciable hasta que en 1953 Bill Haley and His Comets publicaron Crazy Man, Crazy, la primera melodía de rock en llegar a la lista de los más vendidos en Estados Unidos. Tanto Freed como Haley desempeñaron un papel crucial al popularizar el rhythm and blues con el nombre de rock ‘n’ roll. El éxito de Freed con música negra para públicos blancos provocó que en 1954 fuese contratado por la emisora WINS de Nueva York, que se convirtió rápidamente en la líder de la música popular estadounidense.

A finales de 1953, un grupo de profesionales de la industria musical norteamericana comenzó a darse cuenta del potencial que tenía la música negra y sus estilos dentro del apetecible mercado blanco (en esa época las ventas al público negro sólo suponían el 5,7 por ciento del total de la facturación de las discográficas estadounidenses). Fue en ese momento cuando la compañía Decca se arriesgó y dejó atrás a sus competidores al contratar a Bill Haley, procedente de una empresa musical más pequeña llamada Essex. En la primera sesión con la Decca, Haley grabó Rock Around the Clock y Shake, Rattle and Roll, dos temas con los que transformaría el concepto de música popular en todo el mundo.

Como también señala Gillet, «las grabaciones de Haley tenían el valor añadido de que no eran copias directas de algún disco de músicos negros en especial». La voz del cantante era inconfundiblemente blanca y los repetitivos cantos a coro eran un recurso habitual de muchas orquestas de swing. Los especialistas de la época señalaban que el rock de Haley tenía similitudes con el estilo conocido como western swing, pero el ritmo, la incorporación más novedosa de los temas de Haley, procedía de la música negra.

Rock Around the Clock se mantuvo en las listas de ventas de Estados Unidos durante 19 semanas, ocho de ellas en el número uno. Shake, Rattle and Roll —un tema del músico negro Joe Turner grabado por Haley sin las insinuaciones sexuales que contenía la versión original— ya había estado entre los diez discos más vendidos desde septiembre de 1954. Pero en el verano de 1955 la popularidad de Rock Around the Clock fue una de las razones de una gran demanda de discos con el insistente ritmo de baile popularizado por Haley. Ese estío vio como tres canciones de rock se encaramaron entre los diez discos más vendidos de Estados Unidos: Seventeen, de Boyd Bennet; Ain’t That a Shame, de Pat Boone, y Maybellene de Chuck Berry, el primer éxito de un roquero negro. Ya nada ni nadie pararía al rock.


link: http://www.lavozdegalicia.es/se_opinion/noticia.jsp?CAT=130&TEXTO=100000094339

No hay comentarios.: